La tercera parte en realidad llamada El Rey león 1
1/2 que es una secuela de la primera parte fue realizada en el año 2004
teniendo como protagonistas excluyentes a Timón el suricato y a Pumba el
facóquero.
Los 2 personajes sentados en un cine frente a la
pantalla irán contando su propia versión de los hechos ocurridos durante la
juventud y primera adultez de Simba mientras miran secuencias del viejo film.
Primero Timón contará como encargado de la
vigilancia en su colonia de suricatos por una distracción no advierte la
llegada de las tres hienas Banzai, Ed y Shenzi las que luego asesinaran al Rey
Mufasa permitiendo que estas se abalancen sobre la colonia donde casi matan a
su tío Max.
Por esto Timón logra hacerse con la fama de
suricato poco confiable e invadido por la tristeza abandona su colonia buscando
un lugar en el mundo donde ser feliz.
Deambulando por la jungla se encuentra con el
mandril Rafiki quién apiadándose de él le enseña a vivir según las reglas del Hakuna matata, el cual enseña a dejar de
percibir lo ordinario para tener una visión más amplia y lograr ver más allá de
la mirada ordinaria.
Timón cuyo fuerte no son los entuertos filosóficos
toma literalmente lo enseñado por Rafiki mirando todo lo lejos que su aguda
vista le permite. Así divisa la roca del león y pensando que este podría ser un
buen lugar para vivir camina hacía allí.
Al llegar conoce a Pumba con el cual
instantáneamente entran en sintonía haciéndose amigos inseparables.
En ese momento el joven Simba sobre la roca era
presentado por Mufasa como su futuro sucesor.
Pumba al ver la multitud de leones le confiesa a
Timón que por su grave problema de gases no gusta estar en lugares concurridos,
acto seguido se le escapa un soberbio gas tan oloroso que tumba a varios
leones.
El resto pensando que esto era una forma de
reverenciar a Simba se tumban ante el futuro rey.
Timón y Pumba se alejan del lugar, poco tiempo
después pueden presenciar el asesinato de Mufasa, se internan en la jungla y
construyen una cabaña donde vivir.
Al tiempo Simba perdido aparece frente a ellos,
por lo que deciden cuidarlo hasta que crezca y educarlo en el camino del Hakuna
matata.
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