20150501

Corazones de acero - Fury



Cinco hombres en un tanque de guerra (estadounidense) casi sobre el final de la segunda guerra mundial peleando contra nazis descorazonados sabiendo que la guerra está perdida. 
Comandados por un veterano perro de guerra apodado Wardaddy, recorren la campiña europea  a sangre y fuego, tratando de resistir hasta la inminente rendición alemana.
Hasta el momento este film es el número uno en la taquilla estadounidense, y seguramente alguna participación en los premios Oscar tendrá. 

El elenco encabezado por Brad Pitt como Wardaddy; quién ha luchado prácticamente en todas las guerras de su época, Y que aquí en plena segunda guerra mundial le toca en suerte estar al mando de un mugroso equipo de soldados encarnados por Logan Lerman, Shia La Beouf, Michael Peña, Xavier Samuel y Scott Eastwood, con los que enfrentará a un enemigo inmensamente superior y mejor armado, con el coraje y la unión de un grupo que funciona como un engranaje de ese tanque llamado Fury.
La dirección de David Ayer llevando un relato descarnado, realista, casi en las antípodas de lo que sería un film de guerra de Hollywood. Esto por un rato luego de a poco va cayendo en los convencionalismos clásicos de este tipo de género, hasta un final a toda orquesta de artillería, donde lo emotivo vence a la trama repetida. Es que no existen muchas variables para un final de guerra, aún cuando el enfoque de este film es diferente a lo que habitualmente estamos acostumbrados a ver en pantalla.
Lo mejor de la película es el ambiente, el clima infernal, angustioso, opresivo, triste que logra crear David Ayer, sostenido por una gran actuación de Brad Pitt.
Por momentos la solidez del film es apabullante, pero lamentablemente tiene algunos lapsus al mejor estilo Hollywood que echan por tierra toda esa angustiosa tristeza y estado reflexivo en el que sume al espectador, a pesar del estado bélico permanente del film. Parece que los productores de estas grandes compañías en este caso Sony, gustan de estandarizar todas las grandes producciones lamentablemente permitiendo, al menos, algunas mediocrísimas secuencias que sacan de frecuencia a los cinéfilos más sensibles.
No por esto el film se convierte en un mal film. Tiene mucho para dar y para entretener.
                             


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