Así comienzan o
empiezan a esbozarse ciertos problemas de conducta cuando es rescatado de un
futuro devenir errático por un hombre que acaba de conocer: su vecino... Bill
Murray, en uno de esos personajes que ama hacer. Y creo que todo está dicho...
Un veterano de guerra que odia a la humanidad, las relaciones sociales, con una
marcadísima tendencia a la egolatría y por demás avaro; amen de alcohólico y
apostador no tiene demasiados puntos en común con un niño que busca afecto y
por naturaleza socializar con el resto de la gente.
Pero dado que
Maggie, su madre (Melissa McCarthy) luego que se mudaran a Brooklyn ha
conseguido un trabajo que la aleja muchas horas de su casa, al no disponer de
otras alternativas deja al pequeño, de 12 años, al cuidado de este veterano
llamado justamente Vincent.
Claro Vincent no
dejará por esto de hacer su vida, de cumplir con su rutinario y excéntrico
recorrido por la ciudad, al que se suma Daka (Naomi Watts) una bailarina de
striptease embarazada. Dos motivos tiene para esto: primero no puede dejar de
hacer lo que le da sentido a su existencia, y segundo cree que pasear a Oliver
por cabarets, salones de apuestas, hipódromos y bares hará que el niño vaya
aprendiendo lo que es la vida de los hombres adultos, en lo que sería una
actividad complementaria al colegio.
Oliver de a poco se
va convirtiendo en el amigo que Vincent necesita para soltarse, el hombro donde
apoyarse, la persona en quien confiar. Lo que Oliver comprende es que Vincent
también es un niño que se siente solo.
Este film se estreno
en el festival internacional de Toronto 2014 y obtuvo el premio del público a
la mejor película.
Escrita y dirigida
por Theodore Melfi inicialmente iba a
ser protagonizada por Jack Nicholson, finalmente el papel recayó en Bill
Murray.