Del cómic de Dave Gibbons y mark Millar "Secret
Service" llega esta historia al cine adaptada por los propios autores y
por Mattew Vaughn quien también la dirige.
Vaughn es un experto en esta clase de cine, ha dirigido las
exitosísimas Kick-Ass y X-Men, en sus primeras partes y ahora parece continuar
con esa costumbre encargándose de este proyecto sobre un rapero y delincuente
adolescente que se mueve en el submundo londinense, en su rebeldía juvenil
ataca el orden establecido con sus canciones y su acción directa interesada
sobre el oro, las joyas y el dinero.
Por suerte, para él y para la sociedad inglesa, su tío Harry
Hart (Colin Firth) un conservador y muy inglés agente secreto mostrándole la
realidad del mundo y haciéndole ver su potencial malgastado o derrochado en
causas sin sentido lo convence para trabajar junto a él en pos de la defensa de
los ciudadanos asolados por las malévolas garras y negros propósitos de
organizaciones que desconocen por completo. Así el joven rapero Eggsy deja la
marginal vida fuera de la ley para convertirse en espía.
Seguirá circulando por los mismos barrios pero ya no para
aprovecharse de los demás, se encargará anónimamente de frenar la escalada de
terroristas, espías enemigos y agentes dobles que pululan por una convulsionada
Londres.
Así este muchacho apodado Eggsy (Taron Egerton), con los
inevitables guiños a los mundos de James Bond y de Sherlock Holmes y con
algunas pinceladas de Kick-Ass, no del todo convencido de su trabajo y de sus
superiores pondrá en juego su pellejo para hacer algo que hasta hacía poco no
se le había cruzado por la cabeza:
Un reparto por demás glamoroso dan vida a los personajes del
film: los superstar Michael Caine y Samuel L. Jackson, la bella
argelina Sofia Boutella, Lady Gaga
haciendo de ella misma, Mark
Strong, Mark Hamill y los cameos de David Beckham, Elton John y
Adele.