La historia ya fue contada, el
personaje ya está inventado casi desde que se invento el cine, pero sin embargo
el tipo rudo, rompecorazones femeninos y mandíbulas masculinas tiene un
innegable encanto en la pantalla grande. Tal vez sea un arquetipo de hombre,
grabado a fuego en el inconsciente de la humanidad desde la época de las
cavernas y por eso es prácticamente imposible que una película que no tenga su
cuota de acción se convierta en un éxito comercial.
En John Wick tenemos a Keanu Reeves
interpretando a un ex-convicto, ex-mafioso, viudo y que además no goza de una
vida armónica en absoluto.
Si bien este asesino a sueldo de la
mafia rusa, intenta hallar la paz luego de la muerte de su esposa, descubre lo
poco resistente que puede ser el hilo de la cordura, al estallar su sed de
venganza y de sangre por un incidente con la misma mafia rusa para la que
alguna vez trabajo.
Al ser atacado por un grupo de
delincuentes que ingresa a su mansión a robar y que no solo lo golpean, además
matan el pequeño perro que su esposa le regalo justo antes de morir. Y como si
fuera poco se llevan su automóvil preferido; del gusto de todo tipo duro, un
potente y clásico Ford Mustang 69.
John Wick sale a darles caza y atrapa a
uno de los ladrones, descubriendo nada menos que es el hijo de un mafioso ruso
de Nueva York, Viggo Tarasov, para el cual ha trabajado más de una vez.
Si usted imagina que aquí la cosa se
pone violenta, adivinó. Nadie le mata el perro a John Wick y vive para
contarlo, y ya que está, para evitar cualquier tipo de venganza posterior
elimina a toda la organización criminal en una orgía de pólvora y sangre.
El film es la ópera prima de Chad
Stahelski, hombre con una dilatadísima carrera en Hollywood pasando por cuanto
rol haya en un set. Como detalle digamos que comenzó su carrera como doble de
Brandon Lee en el legendario film "El Cuervo".
Keanu Reeves interpreta a John Wick y
Michael Nyqvist a Viggo Tarasov.
P.D: Si te la pierdes no entenderás la
segunda parte.