Condimentos sobran, aunque exagerado
puede que el rótulo de película maldita sea simplemente para aumentar un poco
la taquilla, ya que el film no convenció desde el principio a ninguna
distribuidora.
Ha pasado de mano en mano por distintas
productoras, sin lograr el interés necesario hasta hace poco. Esta historia que
en un principio, allá por el 2011, iba a estar dirigida por Darren Aronofsky y
protagonizada por Angelina Jolie. Finalmente llega al estreno bajo la dirección
de Susanne Bier y protagonizada por una dupla que con este lleva tres films
juntos, me refiero a Jennifer Lawrence y Bradley Cooper.
Magnolia Pictures quién finalmente fue
la empresa que se hizo con los derechos del film decidió estrenar primero en
Europa antes de lanzarla el próximo marzo del 2015 en las salas estadounidenses,
alejada de las fechas habituales de estrenos con pretensiones de Oscar; así en
octubre se estreno en Londres y de ahí comenzó a circular por las distintas
capitales europeas.
La historia se centra en la época de la
gran depresión en Estados Unidos a finales de los años veinte cuando un
matrimonio de recién casados Serena (Jennifer Lawrence) y George (Bradley
Cooper) viaja a Carolina del Norte dejando Boston, para dedicarse a la
industria de la madera (El film fue realizado en República Checa). A pesar de
un duro inicio, gracias a Serena, la empresa se convierte en un gran negocio. Pero
la felicidad se ve opacada, al enterarse que ella no puede tener hijos casi al
mismo tiempo de enterarse que George tiene un hijo de otra mujer.
Los celos y la rabia se apoderan de
Serena e intentará asesinar al hijo de George.
La denominación "film
maldito" es realmente poco entendible, más allá de los problemas de
preproducción y los casi dos años que tardó Susanne Bier en terminar el film.
La historia no solo está muy bien construida, con esas sutilezas típicas de
Bier, la actuación de la dupla Cooper-Lawrence, además del carisma propio,
aporta muchísimo al film desde el dramatismo que le imprimen a los personajes,
sobre todo en el caso de Jennifer Lawrence que ha realizado quizá la mejor
interpretación de su carrera metiéndose en la piel de Serena.