Un matrimonio con cierta monotonía, previsibles,
veintisiete años de casados han pulverizado cualquier tipo de sorpresa,
podríamos pensar que ellos se leen los pensamientos, se comprenden mas allá de
cualquier gesto o palabra.
Ella, Darcy Anderson, compra y vende monedas
antiguas, su marido Bob un contador, padre ejemplar y buen marido.
Darcy una noche en que Bob está de viaje por un
negocio, baja al sótano en busca de una pilas, buscándolas encuentra una
revista pornográfica con imágenes sadomasoquistas, claro, es de su marido.
Movida por la intriga sigue buscando y encuentra una caja con documentos a
nombre de Marjorie Duvall, víctima de un asesino serial.
Darcy busca información en internet y va dándose
cuenta que su esposo es el serial killer.
Bob llama por teléfono y percibe el nerviosismo de
Darcy, aunque ella trata de no demostrarlo.
Al otro día cuando Bob regresa a casa, habiendo
deducido que Darcy lo ha descubierto, le confiesa todo.
Darcy aparentemente lo perdona, pero tiene otro
plan.
La historia vende porque está escrita por Stephen
King, y ya no importa que tenga calidad o carezca de ella totalmente, igual
alguien hará la película.
Lo interesante en esta historia es que la gran
revelación ocurre al comienzo, de entrada sabemos quién es el asesino y cuáles
son sus planes y motivaciones. Luego un transcurrir más o menos sorpresivo con no
tanto suspenso, y un tanto lenta. El que espera terror o suspenso para saltar o
aferrarse a la butaca no lo encontrará, si saldrá satisfecho aquel que desee
ver una historia a secas. Sólidas actuaciones dirigidas por Peter Askin.
Es una novela corta de King por lo que llevarla a
un largometraje puede ser exagerado, a guiso de estirar la pulpa hasta que se
vuelva insípida en ciento cinco minutos de duración.
Para los ultras de Stephen King será esta una joya
imperdible con detalles de colección, los quejosos de las adaptaciones que
gritan ante la mínima línea inventada aquí tendrán una madeja para tejer toda
clase de conjeturas. Es que King es también el guionista, adaptando su propio
libro y mal, si hubiese sido otro correría riesgo de ser linchado, pero aquí es
una broma macabra del propio autor o un regalo para sus máximos admiradores.
